Escrito por Raquel Díaz Reguera e ilustrado por Irene Mala, nos cuenta la historia de un despecho, contada en forma de diario, como bien dice el título. También encontramos poemas, citas y referencias musicales en las 80 páginas que tiene.
Es muy fácil sentirse identificado con la historia, aunque creo que el mejor momento para leerlo es después de una ruptura. Para echarse a llorar a moco tendido... Aunque esto es ya más un gusto personal porque yo soy un poco masoquista XDD.
"«No hago otra cosa que pensar en ti».
Solo hace cuatros días te escuchaba decir esas palabras al otro lado de la línea telefónica, a cientos de kilómetros que parecían ninguno.
Entonces no sabía que era la última vez que las dirías. Unas horas después de pronunciarlas retrocediste sobre cada una de sus letras. Y en el punto y seguido de esta historia nuestra, decidiste poner punto final.
Se acabaron los puntos suspensivos.
Ahora me tocan los puntos de sutura.
Sanará. Espero que me deje una atractiva cicatriz"
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"Seis días sin ti... y se me acumulan tantas cosas que me gustaría contarte. Por suerte, además de asumir que no me quieres, cosa que me ocupa gran parte del día, ando, como siempre, ya lo sabes, en mil proyectos que me ilusionan. Todo buenas noticias, y cada vez que he recibido una de ellas he tenido que reprimirme el impulso de correr a contártela.
En esta relación la fragilidad siempre corrió de mi cuenta"
"Una brisa primaveral. Respirar, sentirme bien, sonrisa amplia, sin un pretexto, sólo porque sí, porque quererte no me hizo feliz, y desquererte es como soltar lastre. Me desperezo y tu ausencia, en este instante, es una anécdota. El espejo hoy está a mi favor y me devuelve una cara lavada de tristeza. La risa que esbozo al pensar todo lo que te he llorado sin que merezcas ni una sola de esas lágrimas, antes o después, llegará para quedarse y no serás más que un tropiezo que no supe evitar"
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"El mundo de las comunicaciones es un infierno para olvidar un amor, es como dejar de fumar con un paquete de tabaco en el bolsillo, siempre hay quien lo hace así, pero yo soy una perdida frente a las tentaciones. Qué difícil no buscarte por alguno de los medios al alcance. Y tú, ¿como podías llamar cada día para interesarte por todo lo que hacía? ¿Era para que yo pensara que te importaba? Porque no sé cómo asumir que ahora no te importe lo más mínimo. Si he llegado a casa o me han secuestrado un taxista psicótico. En fin... Hay quien tiene la suerte o la desgracia de no sentir ni padecer y luego estamos los arrastrados del amor. Alguna ventaja tendrá"
"Puedo recordar tu forma de reír, y no será porque acostumbres a hacerlo. Pero sí que nos hemos reído, básicamente tú de mis tonterías, de mi libro de reclamaciones entregado siempre dulcemente. Cuántas veces te habré preguntado si me quieres. Tú a mí solo me lo preguntaste una vez. Está claro que sabías la respuesta de antemano. Te he visto reír muy pocas veces, llorar ninguna"
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"Ya me he sobrepasado demasiados días en llantos.
Voy a dejar mi vestido de víctima en el armario.
Me voy a la calle.
En dirección contraria a ti"
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