...WaLkInG oN aIr...: "LA PIEDRA OSCURA" (TEATRO GALILEO, SEPTIEMBRE

lunes, 24 de octubre de 2016

"LA PIEDRA OSCURA" (TEATRO GALILEO, SEPTIEMBRE - 2016)

Acabo de terminar la relectura del libreto, tras ver la obra sobre el escenario, y aún tengo lágrimas en los ojos. Así que me va a resultar un poco difícil escribir esta crítica porque todo lo que se puede decir sobre "La piedra oscura" es quedarse corto... Y porque es la primera vez que observo al público asistente reaccionar con un silencio sepulcral después de los aplausos finales.

El texto del joven Alberto Conejero (galardonado con el Premio Ceres 2015 al Mejor Autor Teatral) se estrenó en el Teatro María Guerrero de Madrid en enero de 2015, bajo la dirección de Pablo Messiez, donde estuvo dos temporadas con las entradas agotadas a diario. Tras girar por España, ha vuelto a Madrid y yo me puedo considerar una de las afortunadas que ha visto esta obra tan difícil de olvidar, que próximamente tendrá adaptación cinematográfica.

"La piedra oscura" nos presenta a sólo dos personajes: uno real, Rafael Rodríguez Rapún (estudiante de Ingeniería de Minas, que fue secretario de la compañía teatral La Barraca y el último amor de Federico García Lorca), y otro inventado, Sebastián (un joven carcelero que le acompañará en su última noche). Están interpretados por Daniel Grao y Nacho Sánchez (¡descubrimiento!), respectivamente.

Este montaje ha conseguido este año cinco Premios Max: Mejor Espectáculo de Teatro, Mejor Autoría Teatral (Alberto Conejero), Mejor Diseño de Iluminación (Paloma Parra), Mejor Diseño de Espacio Escénico (Elisa Sanz) y Mejor Dirección de Escena (Pablo Messiez).

A pesar de la importante carga dramática de las interpretaciones, que los dos actores bordan; la verdad es que me quedo con el texto. El diálogo en sencillo, pero emotivo y desgarrador. Realmente hablar de García Lorca es una excusa para trata el tema de la importancia de la memoria histórica.

Nunca voy a olvidar lo que sentí en esos últimos diez minutos, en los que todo se precipita, y el nudo que se me puso en la garganta durante la escena final. "Nadie puede desaparecer del todo, ¿verdad?" es la frase que te deja clavado en el asiento y que permanecerá en mi mente durante mucho tiempo.

"He escogido el pasado como materia para escribir La piedra oscura. Un pasado que, sin embargo, no deja de lanzar preguntas incómodas sobre nuestro presente y los débiles cimientos de esta democracia ahora asediada. He escrito sobre el pasado también para cuestionar mis certidumbres sobre él y como brújula de un futuro incierto. La piedra oscura es también un canto de amor a Federico García Lorca, a su memoria como una luz siempre imprescindible y a su cuerpo ausente como una oscura herida de este país. Pero La piedra oscura es, ante todo, una indagación sobre los que quedaron en los márgenes de la foto oficial de la Historia, detrás de los grandes nombres. Nuestros padres, nuestros abuelos. Aquellos que fueron casi devorados por el tiempo y el olvido. Para que su memoria perdure" (Alberto Conejero, autor)