"NEW YORK, NEW YORK" DE INMA LÓPEZ SILVA (2007)

Siempre me ha atraído la ciudad de New York, así que cuando ví este libro por unos 3 € en Vips, no dudé en comprarlo.

Su autora nos cuenta las aventuras y anécdotas que le pasaron durante la temporada que vivió en la Gran Manzana.

Aunque tiene casi 200 páginas, se lee muy rápido y es bastante entretenido.
Me encantan este tipo de libros sobre ciudades que he visitado y me ha recordado bastante a "A cien millas de Manhattan", aunque me quedo sin dudar con el libro de Guillermo Fesser.


"... un auténtico rescate de una accidentada en el metro, con policía de Nueva York y ambulancias incluidas, traqueotomía in situ y lentitud añadida. Además corroboré mi teoría de que ponen las sirenas por pura megalomanía, porque allí nadie corría: vienen armando un escándalo tremendo por delante del edificio de la Corte de NY, llegan a toda velocidad, aparecen subiéndose a la acera; y acto seguido bajan, acaban de comer el bocata, abren la parte de atrás de la ambulancia probando varias llaves de un llavero con, por lo menos, 20 de ellas, cogen 4 cosas de primeros auxilios y todavía esperan al ascensor para bajar (¡bajar!), al metro (...) ... se encargan mucho de animarla los policías haciendo alarde seguramente del cursillo que les dan para tranquilizar accidentados: "Com'on, it is nothing! You'll be at home fot Thanksgiving?". Pensé que había entendido mal: para Acción de Gracias falta más de 1 mes... ¿Realmente pensaba la policía que animaba a la pobre accidentada diciéndole eso?"


"Lo más difícil del mundo es ir a un Hallmarkt y comprar papel para envolver los regalos de Navidad (...) Entonces llegas, miras y decides que toda tu cultura en papelería de regalos es más pequeñas que la de un garbanzo, viendo un estante completo con papeles de regalo clasificados por materia cual librería: para boda, para niños, para Thanksgiving, Navidad triste, Navidad feliz, sin motivo, sobran los motivos, embarazo, Yom Kippur, perdón, bienvenida, huida, partida, para aniversario, para jubilación. Una entiende de repente que es de un soso tremendo escogiendo las ocasiones para hacer regalos"

"A veces, una se marcha como empujada por un resorte que no sabe ni dónde empieza ni dónde acaba, como si de repente fuese indispensable viajar, huir quizá, respirar el aire de lugares con vida, de atmósferas que no asfixien el día a día de la juventud y las ganas tremendas de hacer cosas sin que a una le pisen las ilusiones. A veces, de hecho, da la sensación de que cualquier lugar es bueno para empezar ansias renovadas, proyectos que no golpeen contra las paredes de la traición, amores sin puertas ni secretos. A veces, por eso, la vida y el mundo y la juventud infinita parecen resolverse en América.

(...) Sé que voy a volver, y no sólo para vivir o trabajar o escribir o a lo que sea que decida dedicar mis días cuando tenga que regresar. También que tengo que reunirme con esa otra parte de mí que se ha quedado en Manhattan, seguramente para recuperarme a mí misma y para estar allí donde, simplemente, sé que se puede vivir"