jueves, 6 de octubre de 2011

"DESAYUNO EN TIFFANY'S" DE TRUMAN CAPOTE (1958)

¿A quién no le suena la famosa imagen de Audrey Hepburn con su vestigo negro, el pelo recogido y un collar inmenso en "Desayuno con diamantes"? ¿O la preciosa canción "Moon river?

Hay que reconocer que el personaje de Holly Golightly es uno de los más carismáticos de la literatura norteamericana del siglo XX.
Así se demuestra en la película, que es una adaptación bastante libre de la novela. Ambas retratan la frivolidad de la sociedad neoyorquina, en este caso, de posguerra.

Igual de carismático fue su autor, el gran Truman Capote, del que he leído "A sangre fría", que me encantó.

La verdad es que esperaba algo más del libro, pero no me ha defraudado el estilo narrativo de Capote. Además es bastante corto y su lectura es sencilla.

La edición contiene, además, 3 relatos cortos muy interesantes y genialmente escritos.

"Seguía con el gato en sus brazos.

-Pobre desgraciado -dijo, haciéndole cosquillas en la cabeza-, pobre desgraciado que ni siquiera tiene nombre. Es un poco fastidioso eso de que no tenga nombre. Pero no tengo ningún derecho a ponérselo: tendrá que esperar a ser el gato de alguien. Nos encontramos un día junto al río, pero ninguno de los 2 pertenece al otro. El es independiente, y yo también. No quiero poseer nada hasta que encuentre un lugar en donde yo esté en mi lugar y las cosas estén en le suyo. Todavía no estoy segura de dónde está ese lugar. Pero sé qué aspecto tiene. -Sonrió, y dejó caer el gato al suelo-. Es como Tiffany's -dijo-. Y no creas que me muero por las joyas. Los diamantes sí. Pero llevar diamantes sin haber cumplido los 40 es una horterada; y entonces todavía resulta peligroso. Sólo quedan bien cuando los llevan mujeres verdaderamente viejas (...) He comprobado que lo que mejor me sienta es tomar un taxi e ir a Tiffany's. Me calma de golpe, ese silencio, esa atmósfera tan arrogante; en un sitio así no podría ocurrirte nada malo, sería imposible, en medio de todos esos hombres con los trajes tan elegantes, y ese encantador aroma a plata y a billetero de cocodrilo. Si encontrase un lugar de la vida real en donde me sintiera como me siento en Tiffany's, me compraría unos cuantos muebles y le pondría nombre al gato"


2 comentarios:

David Cotos dijo...

Que tal película y que tal novela.

Laura dijo...

Creo que lo he dejado claro en la entrada. Tanto la peli como el libro son 2 clásicos y bien merecen echarles un vistazo ;-)