Y llegué al temido cambio de década. Llevaba mentalizándome bastante tiempo así que no hubo mucho drama. Pero al ser una fecha redonda, esperaba hacer algo especial que me sacara de la rutina. Y no pudo ser por circunstancias de la vida.
No hice nada especial; lo único comer mucho como se puede ver en las fotos XDDDD. Pero no considero que fuera un día agridulce. Fue un buen día. Porque lo pasé con la gente que quiero y eso es lo importante. He aprendido a valorar las pequeñas cosas que para muchos son insignificantes; esos detalles que pueden hacerte mucho más feliz que regalos materiales.
Y por suerte, de salud estuve bastante bien. Así que ahora toca disfutar de la vida plenamente, que ya es hora.

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