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Para empezar, tengo que decir que yo ya había leído este novela hace 2 años, pero en inglés, y que me hice con la traducción al castellano aprovechando una oferta a 5,95 € porque me gusta mucho esta serie de la británica Lindsey Kelk.
"Yo love Hollywood" es la segunda parte y continuación de "Yo love NY", aunque se pueden leer independientemente. Y espero que la editorial Esencia siga publicando en español el resto de entregas de la saga "I heart", que actualmente cuenta con 6 libros en total.
Volvemos a encontrarnos con los mismos personajes y con una chick-lit en estado puro que me encanta, ya que es una lectura rápida, muy entretenida y fresca que divierte y emociona.
En la próxima novela nos vamos a París... ¿Qué más se puede pedir?
"Cogí la línea L en Union Square después de despedirme, a la salida del hotel, de mi mejor amiga, que estaba entusiasmada ante las perspectivas del viaje. Cuando el tren se detuvo en Brooklyn, la contagiosa excitación de Jenny empezó a decaer. Casi me había olvidado de que no nos íbamos de vacaciones, sino que viajaba por trabajo. Si fallaba esa entrevista, podía costarme mi empleo, mi tarjeta Visa y todo lo que tenía. Mientras subía la escalera del metro, todo el asunto del viaje me pareció una pésima idea, y además, no quería dejar a Alex solo. No podía decirle que le amaba por si le entraba el pánico y me dejaba, pero si no se lo decía podría pensar que le daba permiso para acostarse con cualquier groupie durante mi ausencia.
Dejando a un lado la posible ruina de mi vida personal y profesional, ¿qué se me perdía en Los Ángeles? Era un vuelo de 7 horas a una ciudad llena de bombones bronceados y esculturales, y lo más aterrador de todo era que tendría una larguísima entrevista con una auténtica y genuina estrella de cine.
Escribir un blog era fácil: siempre había algo interesante que contar, y cualquiera podía redactar una reseña sobre libros o CD, porque tenían una extensión de 200 palabras. Pero una entrevista entera era otra cosa. No cabía la menor duda de que se me presentaba una magnífica oportunidad para consolidarme como escritora, pero al mismo tiempo también para echarlo todo por la borda. A fin de cuentas, era una aficionada. La idea de pasearme por Hollywood con un autógrafo de James Jacobs no desapareció de mi cabeza hasta llegar al apartamento de Alex.
-¡Hola! -me saludó al abrir la puerta.
Entonces, me arrastró hacia el interior del piso, me empujó hasta la pared y me dio un largo beso en los labios.
-Estoy helada -suspiré mientras me sacaba la bufanda, las manoplas y el abrigo, y lo dejaba todo en el suelo-. Dame una buena razón por la cual no debería viajar este sábado a Los Ángeles.
-¿La pizza es espantosa? -murmuró Alex, que me aupó para sentarme sobre la mesa de la cocina y me sacó mis dos jerséis con gran habilidad.
-Vale, es una buena razón -dije asintiendo con la cabeza, a la vez que trataba de sacarme las botas por detrás de su espalda, aunque sólo conseguí darle a Alex unas pataditas en la cadera.
-Eso sí que duele.
Alex me sacó las botas. Crucé las piernas a su espalda mientras me llevaba hasta el comedor.
-Jamás ocurre igual que en las películas, ¿verdad?"
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