Al haber estudiado periodismo, me suelen interesar todas las películas y obras de teatro relacionadas con ello, así que cuando me enteré que "Desclasificados" se estrenaba en Madrid no quise perdérmela.
En esta ocasión, nos encontramos con sólo 3 personajes: un presidente que tiene algo que ocultar, una exitosa periodista que se enfrenta a la entrevista de su vida y un jefe de prensa obligado a impedir que los trapos sucios de su jefe salgan a la luz.
Es un thriller político que va más allá de la típica historia sobre poder y periodismo, para hablarnos de temás más profundos como los valores éticos y morales y la integridad profesional.
El triángulo protagonista está formado por actores con los que he crecido (televisivamente hablando): Jordi Rebellón ("Hospital central"), Alicia Borrachero ("Periodistas") y Joaquín Climent ("El comisario").
Los tres bordan su papel en esta historia con mucha intriga, cuya tensión va in crescendo y que da mucho que pensar.
"Pero, ¿qué pasa cuando estos valores, los principios más sólidos que nos rigen, se ven sacudidos y cuestionados, incluso contra nosotros mismos? ¿Qué sucede cuando tomamos consciencia de que no somos tan íntegros, tan dignos, ni tan coherentes? ¿Cómo asumimos la ruptura entre nuestras convicciones y nuestra voluntad más íntima?
Las personas somos frágiles. Por fuera y por dentro. Sólo cuando se trata de juzgar al otro nos sentimos valientes y capaces de opinar, de criticar, de demonizar a aquel que hace justamente lo que nosotros no haríamos jamás. ¿Jamás? Nuestros abuelos decían: "Nunca digas de este agua no beberé". Porque puede ser que un buen día bebas y te atragantes. O te envenenes" (Pere Riera, autor y director)
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