"El hipnotista" es la primera de una saga de novelas protagonizadas por el comisario Joona Linna.
La historia es muy interesante, pero también un poco liosa, por lo que hay que estar bien pendiente del desarrollo de la trama.
Es bastante absorbente así que entretiene a la perfección, pero no es una obra maestra.
Sobre la adaptación cinematográfica estrenada hace poco y dirigida por el sueco Lasse Hallströn sólo diré 2 palabras: gran cagada.
""Como el fuego, igual que el fuego". Esas fueran las primeras palabras que pronunció el chico hipnotizado. Pese a sufrir lesiones mortales, cientos de cuchilladas en la cara, las piernas, el tronco, la espalda, las plantas de los pies, el cuello y la nuca, se le había inducido a un estado de hipnosis profunda con la esperanza de poder ver a través de sus ojos lo que había sucedido.
-Intento parpadear -murmuró-. Entro en la cocina pero noto algo raro. Suena un crujido entre las sillas y un fuego muy rojo se extiende por el suelo.
El asistente de policía que lo encontró en la casa entre los otros cuerpos pensó que estaba muerto. El chico había perdido gran cantidad de sangre. Había entrado en estado de shock y no recuperó la conciencia hasta siete horas después.
Era el único testigo superviviente y el comisario de la policía judicial Joona Linna consideró que era probable que pudiera dar una descripción válida del asesino. Su intención había sido matarlos a todos, y posiblemente por eso no se había molestado en ocultar su rostro durante los hechos.
No obstante, si las demás circunstancias no hubieran sido tan excepcionales, ni siquiera se habrían planteado recurrir a un hipnotista"
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