He leído este libro porque me lo dejó un familiar, ya que en principio no es para nada el tipo de novela que yo me compraría. Por lo que me puse con él con un poco de reparo...
Y la verdad es que me ha sorprendido positivamente porque el argumento es intrigante y atrapa desde un principio ya que es un auténtico "folletín / culebrón" lleno de secretos, amores, odio, traiciones, misterios...
Aunque el estilo narrativo de esta escritora y periodista es algo peculiar y no tiene muchos diálogos, no me ha parecido nada lento y he terminado su lectura bastante satisfecha.
"Despúes rogaron a Thomas con lágrimas en los ojos que se ocupara de aquella joven, que no la abandonara a su suerte, y llegaron a exigírselo como si su único deber en esta vida no fuera otro que proteger aquella alma desvalida de los peligros del mundo.
-Contigo estará segura -le decían las señoras empolvadas en talcos.
-O la acoges bajo tu techo o te retiramos el saludo -lo amenazaban los que decían ser sus mejores amigos.
Y Thomas, al cerrar la puerta a sus espaldas y tras despedirse de todos ellos con la amabilidad de siempre, les repondía bajando la voz, como si quisiera evitar que Greta puediera llegar a pensar que actuaba de aquella manera sólo por caridad y lástima.
-Cuidaré de ella hasta que me muera.
Luego, una vez a solas, ante las brasas de la chimenea del salón donde ya no se oían las notas de aquel piano de cola blanco, ambos bridaron entre risas, por primera vez el uno frente al otro, en aquella casa que con el tiempo terminaría por convertirse en el primer hogar de Greta Solidej y el último de Thomas Bouvier.
Ella le habló de la oscuridad del océano cuando se apagan las luces y uno no sabe distinguir donde terminar el cuelo y comienza el agua. "Se mira hacia delante porque es mejor olvidarse de lo que se deja atrás. Porque si queda alguna esperanza, hay que ir a buscarla a la otra orilla del mundo. Y aun así, a veces se duda de que exista algo por lo que merezca la pena seguir viviendo". "¿El destino? Yo creo más bien en la deriva. Así me siento, como una de esas botellas que llevan un mensaje de socorro dentro y van a donde las llevan las olas".
-¿Y quién soy yo para ti en esa historia de naufragio?
-Todavía no sé si una playa o un arrecife. ¿Por qué me recogiste, Thomas Bouvier? ¿Por qué no me abandonaste a mi suerte?
-Porque yo sí creo en el destino.
Poco después de la media noche uno de los peones de la haciendo franqueó la puerta de atrás cargando con los dos grandes baúles de la joven austriaca y los subió a duras penas hasta la habitación, que ya habían llenado de flores.
Entonces Greta se levantó lentamente, miró a Thomas con dulzura y le dirigió las seis palabras con las que se despediría de él de esa noche en adelante, todas y cada una de las veces que se dijeron adiós de mentira, a sabiendas de que la única verdad capaz de separarlos iba a ser la muerte, la parca, la pelona, la desvelada.
-Gracias. Mañana me marchará para siempre"
domingo, 14 de abril de 2013
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario